24 mayo 2007
COMITÉ ÁFRICA DE LA FEDERACIÓN DE PRODUCTORES AGROPECUARIOS EN COTONÚ
El Foro Rural Mundial, FRM, mantiene, desde hace dos años, una cordial relación de colaboración con la Federación Internacional de Productores Agropecuarios, la FIPA, con sede en París. Fundada en 1946, la FIPA agrupa a 115 organizaciones nacionales de 80 países, con más de 60 millones de familias campesinas. Se trata de la mayor federación campesina del mundo.
Una representante de la FIPA, Sra. Mercy Karanja, coordinadora de políticas de la Federación, estuvo presente en el III Congreso del Foro Rural Mundial, en Benín.A invitación de la FIPA, participamos (el Foro Rural Mundial) en esta Sesión del Comité África, en que estaban también presentes otras asociaciones europeas o internacionales, como Agriterra, Holanda, El Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, FIDA, UPA, Québec, Agricord, Lovaina, etc.
Tras la inauguración de la Sesión, por el Ministro de Agricultura de Benin, se iniciaron los trabajos con unas palabras del Presidente de la Federación de Productores Agrícolas de Benin, que dio la bienvenida a los asistentes.
En África, la FIPA cuenta con 30 organizaciones de 27 países.
A continuación, el Presidente de la FIPA a nivel mundial, Sr. Wilkinson, agricultor cerealista de Canadá, resaltó la grave situación que atraviesa África, que ha doblado su población, mientras sus recursos y apoyos exteriores están disminuyendo. Recordó que el último Informe del Banco Mundial confirma que la pobreza disminuye cuando se da apoyo eficazmente al mundo rural. Desde el primer momento insistió en que la opción del conjunto de la FIPA está a favor de la agricultura familiar moderna, frente a la agro-industria que destruye el tejido social rural. Los agricultores, en todos los continentes, necesitan estar en el mercado y sacar beneficios.
El Sr. Wilkinson cree que los EEUU acabarán suprimiendo las subvenciones al algodón, y que esto aportará grandes beneficios a la producción africana. Enunció el tema del desarrollo de los agro-combustibles, factor que puede aportar beneficios a la agricultura, aunque se trata de un tema a discutir y sobre el que profundizar.
LA AGRICULTURA AFRICANA
Mercy Karanja fue la encargada de presentar los resultados de una encuesta realizada entre los miembros africanos de la FIPA.
Se pone de relieve la gran falta de infraestructuras, carreteras, regadíos, acceso a mercados, asistencia técnica, etc. El acceso a la propiedad de la tierra representa también uno de los problemas principales, junto a la falta de mecanización de las explotaciones familiares. De forma general, hay falta de financiación, y de acceso al crédito.
En la actualidad, no hay condiciones que puedan atraer al capital privado.
La investigación agrícola local, es muy limitada.
El impacto de la pandemia del SIDA ha diezmado diversas poblaciones.
La situación de dependencia de la mujer es un hecho de graves consecuencias socio-económicas. Se está produciendo un envejecimiento de la población campesina. Los jóvenes tratan de ir a la ciudad.
Se ve la necesidad de promover el comercio regional, que vaya consolidando las economías locales, para que ganen en productividad y en competitividad.
De forma generalizada, los representantes de las 30 organizaciones de los 27 países africanos, miembros de la FIPA, se manifiestan contra los destrozos que los acuerdos de Libre Comercio, APEs, promovidos por la Unión Europea, causarían sobre la agricultura africana. Sin tiempo para prepararse para la competencia internacional, sin programas de cooperación dignos de ese nombre, los productos agrícolas africanos serian barridos del mercado internacional.
El tema de los agro-combustibles se abre camino en medio de una fuerte polémica: África es ya importador neto de alimentos. Destinar cosechas a producir agro-combustibles podría agravar la dependencia alimentaría del continente, aunque algunas voces piensan que ese mercado energético aumentaría los precios de muchos productos agrícolas, lo cual seria beneficioso para los campesinos africanos y provocaría una extensión y mejora de las zonas cultivadas.
RECOMENDACIONES
- Es fundamental promover y exigir la buena gobernabilidad, mediante el compromiso político.
- Hace falta más investigación para modernizar la agricultura. En África, continente no tan poblado como Asia, no se ha intensificado tanto la producción agrícola, y se ha dado una mayor diversidad de cultivos, como maíz, mijo, sorgo, etc.
- Hay que coordinar y racionalizar esta investigación, esfuerzo que realiza el colectivo FARA, presente en el Encuentro de Cotonú.
- Es necesario disponer de más agua y regadíos, además de respetar el medio ambiente.
- Hay que compartir las buenas prácticas agrícolas existentes en el continente, o en otras regiones del mundo.
- Es fundamental mejorar el acceso a mercados locales y regionales. Hay que desarrollar los conocimientos sobre la comercialización.
- Se necesitan políticas sobre el uso de semillas de calidad, abonos, etc.
OTROS TEMAS
En las sesiones que se desarrollaron durante el resto del Encuentro, se trataron y debatieron diversos temas: biodiversidad y OGMs, cambio climático, y desertificación, energías renovables, valor añadido en la producción agrícola, situación de los sectores productivos como algodón, café, cacao, plátano, tabaco y pesca, reducción de la pobreza, género y desarrollo rural, refuerzo de capacidades, apoyo a proyectos de la FIPA por medio del colectivo Agricord, etc.
Sobre todos estos temas se presentaron ponencias, que están disponibles por escrito y que pueden solicitarse.
La tónica dominante pone de relieve las múltiples dificultades que afronta el continente africano, en áreas como los costes de producción, productividad, competitividad, etc. Ni las negociaciones de la OMC, ni los APEs, ofrecen apoyos visibles a la superación en África de estas barreras.
CLAUSURA DEL COMITÉ ÁFRICA DE LA FIPA EN COTONÚ
Al final de dos días de intensos trabajos, el Comité África de la Federación Internacional de Productores Agropecuarios-FIPA clausuró su decimocuarta Sesión haciendo un llamamiento a sus miembros para que refuercen la presión de sus asociaciones campesinas ante los gobiernos y ante la Comunidad Internacional en favor de un mayor apoyo al desarrollo agrícola y rural de África, donde vive el 70% de la población del continente.
Tras asumir su compromiso para modernizar sus cultivos y buscar mercados nacionales y regionales dentro de África, reclaman el respeto de las grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea a la autonomía de su propio desarrollo y apoyos para mejorar sus infraestructuras rurales, su acceso al agua y a la imprescindible investigación agrícola local.
Muchos gobiernos africanos no han cumplido aun el llamado compromiso de Maputo, que les obliga a invertir al menos un 10% de su presupuesto en desarrollo rural, y los grandes países industrializados siguen manteniendo sus subvenciones a la exportación de productos agrícolas e intentando imponer un “libre comercio”, que cerraría las puertas a toda posibilidad de crecimiento económico a países no preparados aun para la competencia internacional.
Entre los aspectos más positivos del Encuentro de la FIPA, hay que subrayar la oportunidad de establecer lazos con diversas asociaciones campesinas de África. A lo largo de los 4 días de convivencia, en comidas, cenas y ratos libres, pude dialogar e iniciar una relación con las asociaciones de países como Túnez, República Centroafricana, Tanzania, Zimbabue, Zambia, África del Sur, Comores, Seychelles, Madagascar, Benin, Camerún, Costa de Marfil, etc. Tuve también la oportunidad de intercambiar ideas y propuestas con Agriterra, Agricord, FIDA, y otros organismos.
Durante una comida de trabajo con David King, Secretario Ejecutivo de la FIPA, y con Mercy Karanja, responsable de Políticas de la Federación, se decidió firmar, a primeros de Mayo 2007, un Convenio de Cooperación entre el FRM y la FIPA, sobre la base de un borrador de texto que ya le habíamos enviado.
BENIN: APOYAR AL MUNDO RURAL SIGNIFICA REDUCIR EL HAMBRE Y LA POBREZA
Benin, pequeño país del África del Oeste, con una extensión de 112.622 kms cuadrados, y una población de 6.800.000 habitantes, tiene una historia político-social llena de convulsiones, con sucesivas crisis de gobierno. Su desarrollo económico es muy frágil. Su único producto de exportación es el algodón, cuyo precio ha caído debido a las subvenciones que reciben los productores estadounidenses y europeos. También hay problemas de falta de gestión eficaz a nivel interno. Otros cultivos agrícolas como la piña, la palma de aceite, no encuentran mercados para la exportación.
La capital económica, Cotonú, es una urbe de más de 2 millones de habitantes, con graves problemas de vivienda, alimentación y empleo. Por las calles se ven miles de moto-taxis, una de las fuentes de trabajo accesibles a la población, dedicada, en su mayoría, a la venta ambulante y al pequeño comercio. La capital política reside, formalmente, en la segunda ciudad del país, Portonovo.
José A. Osaba
WRF Consultant-Africa Desk Coordinator