04 mayo 2007
La Soberanía Alimentaria en la Constitución boliviana
La Vía Campesina (movimiento campesino mundial de hombres y mujeres rurales) desde 1996 ha venido discutiendo el principio de Soberanía Alimentaria y actualmente la define como: “La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus propios alimentos y a organizar la producción alimentaria y el consumo de acuerdo con las necesidades de las comunidades locales otorgando prioridad a la producción y el consumo de productos locales domésticos”.
Con este principio, Vía Campesina participó en el Seminario Internacional “La alimentación es un derecho de todos y todas”, realizada el 19 de abril en Sucre y organizado por la Asociación de Instituciones de Promoción y Educación.
Para Vía Campesina, el que la sociedad boliviana esté interesada en analizar, discutir e integrar en su nueva constitución el principio de Soberanía Alimentaria reviste una gran importancia ya que estará dando carácter constitucional al derecho que tiene todo hombre y mujer para tener acceso a los recursos para poder producir sus propios alimentos, mantener su cultura productiva y preservar su cultura alimenticia y sobre todo su soberanía nacional.
Pero no bastará que quede plasmada en la nueva Constitución, que se dicten nuevas leyes o que se le de rango ministerial a alguna dependencia gubernamental, hará falta voluntad política del Estado para que se profundice una verdadera reforma agraria integral y genuina, que se rescate y valorice nuestra semilla criolla por lo que no se debe permitir la introducción de semillas genéticamente modificadas, se debe apoyar la cultura productiva de los pequeños y medianos productores por lo que hay que luchar contra el monocultivismo que solo destrucción ambiental y de la salud humana está dejando en el campo, hay que garantizar mercado a los productos campesinos e indígenas pero a través de un mercado justo y entre los pueblos, pero sobre todo hay que poner al hombre y a la mujer en el centro del desarrollo por lo que hay que brindar los servicios de salud, educación y sobre todo una alimentación sana y adecuada.
A todo lo anterior hay que agregar el elemento principal, el pueblo o la sociedad, no se debe esperar todo del Estado, hay que contribuir, y la mejor manera de hacerlo es defendiendo nuestra soberanía nacional a través de la soberanía alimentaria. Como productores hay que valorizar, rescatar y preservar la cultura productiva de nuestros ancestro, no se trata de estar en contra de la tecnología, se trata de hacer uso primero de nuestro conocimiento y nuestros recursos, y como consumidores hay que demandar el suministro de alimentos producidos en armonía con la naturaleza y en nuestro propio territorio, ya que eso es que lo único que nos puede garantizar una alimentación sana y adecuada.
Si en la próxima constitución de Bolivia se introduce, se asume y se pone en práctica la Soberanía Alimentaria no solo logrará su soberanía nacional sino que estará dando ejemplo al mundo de que otro mundo es posible.
Ramiro Téllez M
Vía Campesina Centroamérica
Con este principio, Vía Campesina participó en el Seminario Internacional “La alimentación es un derecho de todos y todas”, realizada el 19 de abril en Sucre y organizado por la Asociación de Instituciones de Promoción y Educación.
Para Vía Campesina, el que la sociedad boliviana esté interesada en analizar, discutir e integrar en su nueva constitución el principio de Soberanía Alimentaria reviste una gran importancia ya que estará dando carácter constitucional al derecho que tiene todo hombre y mujer para tener acceso a los recursos para poder producir sus propios alimentos, mantener su cultura productiva y preservar su cultura alimenticia y sobre todo su soberanía nacional.
Pero no bastará que quede plasmada en la nueva Constitución, que se dicten nuevas leyes o que se le de rango ministerial a alguna dependencia gubernamental, hará falta voluntad política del Estado para que se profundice una verdadera reforma agraria integral y genuina, que se rescate y valorice nuestra semilla criolla por lo que no se debe permitir la introducción de semillas genéticamente modificadas, se debe apoyar la cultura productiva de los pequeños y medianos productores por lo que hay que luchar contra el monocultivismo que solo destrucción ambiental y de la salud humana está dejando en el campo, hay que garantizar mercado a los productos campesinos e indígenas pero a través de un mercado justo y entre los pueblos, pero sobre todo hay que poner al hombre y a la mujer en el centro del desarrollo por lo que hay que brindar los servicios de salud, educación y sobre todo una alimentación sana y adecuada.
A todo lo anterior hay que agregar el elemento principal, el pueblo o la sociedad, no se debe esperar todo del Estado, hay que contribuir, y la mejor manera de hacerlo es defendiendo nuestra soberanía nacional a través de la soberanía alimentaria. Como productores hay que valorizar, rescatar y preservar la cultura productiva de nuestros ancestro, no se trata de estar en contra de la tecnología, se trata de hacer uso primero de nuestro conocimiento y nuestros recursos, y como consumidores hay que demandar el suministro de alimentos producidos en armonía con la naturaleza y en nuestro propio territorio, ya que eso es que lo único que nos puede garantizar una alimentación sana y adecuada.
Si en la próxima constitución de Bolivia se introduce, se asume y se pone en práctica la Soberanía Alimentaria no solo logrará su soberanía nacional sino que estará dando ejemplo al mundo de que otro mundo es posible.
Ramiro Téllez M
Vía Campesina Centroamérica